BIOGRAFÍAS
Bertrand Russel
(Trelleck, 1872 - Plas Penrhyn, 1970) Filósofo y matemático británico. Su abuelo, el notable político y orador John Russell, había sido nombrado conde por la reina Victoria I de Inglaterra, y desempeñó los cargos de primer lord del Tesoro y primer ministro. Los padres del joven Bertrand, de mentalidad liberal con ciertos matices radicales, hubieran deseado para su hijo una brillante carrera política. Y así, luego de la formación recibida en el Trinity College de Cambridge, el joven fue enviado en 1888 y para largo tiempo a los Estados Unidos, a fin de que pudiera estudiar allí la vida política y las instituciones del país.
Bertrand Russell
De nuevo en la patria, y en calidad de "fellow" en el Trinity College, se vio alejado de tal institución en 1916 debido a la actitud pacifista intransigente adoptada en el curso de la Primera Guerra Mundial. Ello le valió asimismo cuatro meses de cárcel, durante los cuales redactó su Introducción a la filosofía matemática (Introduction to Mathematical Philosophy, 1919).
Anteriormente, en 1900, había publicado un importante libro acerca de Leibniz, y en 1910 Principia mathematica (en colaboración con el filósofo Alfred North Whitehead), texto que proponía una interpretación "logística" de las matemáticas. Dicha tesis de la reducción absoluta de tal ciencia a lógica había sido también sostenida en Principles of Mathematics, en 1903. La "teoría de los tipos", la de los números como "clases de clases" y la "paradoja de Russell" fueron los resultados más significativos de esta amplia labor de investigación.
En 1920 nuestro autor se hallaba en Rusia. El mismo año llegó hasta Pekín, y en tal ocasión fue considerado muerto por numerosos periódicos europeos; ello se redujo, en la realidad, a una mera pulmonía. Vuelto a Inglaterra, el filósofo publicó, entre 1921 y 1927, algunos libros que difundieron ulteriormente su celebridad: Análisis de la mente (Analysis of Mind, 1921) y Análisis de la materia (Analysis of Matter, 1927). Con su segunda esposa, Dora Black, con la cual contrajo matrimonio en 1921 (en 1894 se había casado con Alys Smith), estableció en Londres, de 1927 a 1932, una escuela infantil inspirada en una pedagogía progresiva y despreocupada.
En 1936 celebró terceras nupcias con Patricia Spence, y en 1938 fue llamado a la Universidad de Chicago en calidad de "visiting professor" de filosofía. El año siguiente enseñó en la California University de Los Ángeles. En 1940 su cargo en el City College de Nueva York dio lugar a una polémica extremadamente áspera, y provocó apasionadas protestas en algunos ambientes: se le reprochaba la exposición en forma singularmente cruda de sus opiniones acerca de la vida sexual.
Además de las investigaciones de carácter lógico-matemático, Bertrand Russell había en efecto cultivado, y con singular fortuna, el estudio de problemas sociales y ético-políticos, y publicado, en consecuencia, textos como Matrimonio y moral (Marriage and Morale, 1929), La conquista de la felicidad (The Conquest of Happiness, 1930) y La educación y el orden social (Education and the Social Order, 1932). En tales obras el autor se revelaba escritor delicado y agudo, a quien el racionalismo y la elegante ironía inducían a soluciones con frecuencia paradójicas, pero siempre muy estimulantes.
En 1950 recibió el premio Nobel de Literatura. En 1952, a los ochenta años, se unía en cuartas nupcias a Edith Finch, y en 1953 publicada la novela Satanás en los suburbios y otras narraciones (Satan in the Suburbs and Other Stories). En 1955 dio a la imprenta el testamento espiritual de Albert Einstein, y se manifestó abiertamente en favor de la prohibición de la guerra atómica y de los conflictos bélicos en general.
El pensamiento de Bertrand Russell
Russell rechazó pronto el idealismo metafísico en que fue educado. Su teoría del conocimiento es realista y quiere conectar, a semejanza de la de su colega George Edward Moore, con las intuiciones del sentido común ordinario. Por un lado, es el heredero de la vetusta tradición del empirismo británico, una corriente filosófica unida siempre al espíritu del liberalismo y de la Ilustración, que pretende reducir todo contenido cognitivo a los datos de la experiencia sensible. Por otro, es el lógico contemporáneo más ambicioso, obsesionado con la idea de un lenguaje simbólico perfecto que elimine toda ambigüedad expresiva. El resultado de todas estas preocupaciones es el llamado atomismo lógico de Russell, una sobria metafísica empirista que se cuenta entre los mejores logros de la filosofía contemporánea.
Bertrand Russell
En sus Principia mathematica (1910-1913), escritos en colaboración con Alfred North Whitehead, propuso la solución de problemas lógicos que venían atormentando a la filosofía y a la matemática de las últimas décadas. Sus trabajos en la "teoría de tipos" y en la "teoría de las descripciones" pueden citarse entre lo más representativo del estilo analítico de filosofar, que parte de la lógica para tratar de esclarecer rompecabezas seculares de la historia del pensamiento.
Russell consideraba misión del intelectual la difusión de una cultura que habitúe a los hombres a la revisión de sus propias ideas y a la tolerancia mutua; la ciencia, en calidad de tal, no basta para la felicidad de los seres humanos, quienes, en la consecución de tal objetivo, deben acudir al arte, al amor y al respeto recíproco. El mismo Russell no fue un ejemplo de convencionalismo ni de adhesión a los valores establecidos.
Buena parte de su obra es de contenido social y moral, en una vena inconformista muy poco apta para mentes esquemáticas. Respecto a la filosofía política, escribió varios estudios, entre ellos Los caminos de la libertad (1924), en el cual expuso las etapas históricas del socialismo, el anarquismo y el sindicalismo y trató temas relacionados con el gobierno, la ciencia y la cultura en el socialismo, además de analizar las ideas de Karl Marx, Mijail Bakunin y otros.
En Vieja y nueva moral sexual (1929) analizó algunas instituciones y valores básicos de la sociedad como el matrimonio, la prostitución, la naturaleza del amor, la educación sexual, el divorcio y otros temas vinculados a la moralidad sexual. En su obra El Poder en los hombres y en los pueblos (1938), examinó la categoría del poder, ampliándola a numerosos atributos sociales, militares, científicos, públicos y económicos; lo más interesante de su análisis es la tesis que figuró décadas después como uno de los elementos claves de la filosofía moderna de que entre tales instituciones y figuras no hay jerarquía alguna, sólo relaciones más o menos dinámicas que se solapan unas a otras según las circunstancias históricas.
En 1945 publicó la amplia Historia de la filosofía occidental, obra impresionante por su erudición, el poder persuasivo a través de relaciones originales entre filósofos y tendencias, y sobre todo por la maestría de la prosa, no exenta de ingenio y sentido del humor, lo que propicia el acercamiento amable de los lectores a este libro monumental por su extensión y propósitos.
Filosofía del lenguaje
Russell no fue el primer filósofo en sugerir que el lenguaje tenía una importante significancia en cómo entendemos el mundo; sin embargo, más que nadie antes que él, Russell hizo del lenguaje, o más específicamente, cómo utilizamos el lenguaje, una parte central de la filosofía. Sin Russell, parece improbable que filósofos tales como Ludwig Wittgenstein, Gilbert Ryle, J. L. Austin y P. F. Strawson, entre otros, se hubieran embarcado por el mismo rumbo, por mucho que lo que ellos hicieron fue amplificar o responder, a veces de modo crítico, a lo que Russell había dicho antes que ellos, usando muchas de las técnicas que él desarrolló originalmente. Russell, en conjunto con Moore, compartía la idea que la claridad de expresión era una virtud, una noción que desde entonces ha sido un punto de referencia para los filósofos, particularmente entre los que tratan con la filosofía del lenguaje.
Quizás la contribución más significativa de Russell a la filosofía del lenguaje es su teoría de las descripciones, presentada en su ensayo On Denoting, publicado por primera vez en 1905 en el journal de filosofía Mind, el cual el matemático y filósofo Frank P. Ramsey describió como "un paradigma de filosofía". La teoría es normalmente ilustrada utilizando la frase "El actual rey de Francia", como en "El actual rey de Francia es calvo". ¿Sobre qué objeto se trata esta proposición, dado que no existe en la actualidad un rey de Francia? (difícilmente el mismo problema surgiría si hubiera dos reyes de Francia en la actualidad: ¿a cuál de ellos se refiere "El" rey de Francia?) Alexius Meinong había sugerido que debemos asumir la existencia de un reino de "entidades no-existentes" que podamos suponer sobre las que nos estamos refiriendo cuando usamos expresiones como ésa; pero esto sería una teoría extraña, por decirlo al menos. Frege, empleando su distinción entre sentido y referencia, sugirió que tales frases, aunque significativas, no eran ni verdaderas ni falsas. Pero algunas de esas proposiciones, tales como "Si el actual rey de Francia es calvo, entonces el actual rey de Francia no tiene cabello en su cabeza", no parece sólo verdadera en su valor sino en efecto obviamente verdadera.
El problema es general a lo que son llamadas las "descripciones definidas". Normalmente esto incluye todos los términos comenzando con "el", y algunas veces incluye nombres, como "Walter Scott" (este punto es bastante controvertido: Russell a veces pensaba que estas últimas no deberían ser llamadas con ningún nombre, sino sólo "descripciones definidas encubiertas"; sin embargo, en trabajos posteriores han sido tratadas completamente como cosas diferentes). ¿Cuál es la "forma lógica" de las descripciones definidas: cómo, en los términos de Ferge, las podríamos parafrasear a modo de mostrar cómo la verdad de ese todo depende de las verdades de las partes? Las descripciones definidas aparecen como nombres que por su propia naturaleza indican exactamente una cosa, ni más ni menos. ¿Qué, entonces, sómos nosotros para decir algo sobre la proposición como un todo si una de sus partes aparentemente no está funcionando correctamente?
La solución de Russell fue, antes que todo, analizar no el término por sí solo, sino la proposición entera que contenía una descripción definida. "El actual rey de Francia es calvo", entonces sugirió, puede ser replanteado como "Existe un x tal que es el actual rey de Francia, nada más que x es el actual rey de Francia, y x es calvo". Russell exigía que cada descripción definida en efecto contenga una afirmación de existencia y una afirmación de unicidad que da esta apariencia, pero éstas pueden ser descompuestas y tratadas separadamente de la afirmación que es el contenido obvio de la proposición. La proposición como un todo entonces dice tres cosas sobre algún objeto: la descripción definida contiene dos de ellas y el resto de la frase contiene la restante. Si el objeto no existe, o si no es único, entonces la frase completa resulta ser falsa, aunque no sin sentido.
Una de las mayores quejas en contra de la teoría de Russell, debida originalmente a Strawson, es que las descripciones definidas no exigen que su objeto exista, ellas sólo presuponen que sí. Strawson también señala que una frase que no indica nada puede ser supuesta a seguir el rol del "valor verdadero invertido" de Widgy y expresa el significado contrario de la frase pensada. Esto puede ser mostrado utilizando el ejemplo de "El actual rey de Francia es calvo". Aplicando la metodología del valor verdadero invertido el significado de esta frase se convierte en "Es verdad que no existe un actual rey de Francia que es calvo" que cambia el significado de 'El actual rey de Francia' de uno principal a uno secundario.
Wittgenstein, estudiante de Russell, logró una considerable prominencia en la filosofía del lenguaje luego de la publicación póstuma de Investigaciones Filosóficas. Según la opinión de Russell, el trabajo más tardío de Wittgenstein no fue dirigido correctamente, y desacreditó su influencia y seguidores (especialmente los miembros de la llamada "escuela de Oxford" de la filosofía del lenguaje ordinario, a quienes los veía como promotores de una especie de misticismo). La creencia de Russell que la tarea de la filosofía no está limitada a examinar el lenguaje común u ordinario es nuevamente aceptada ampliamente en filosofía.
Filosofía de la ciencia
Russell aclamaba con frecuencia que estaba más convencido de su método de hacer filosofía, el método del análisis, más que de sus conclusiones filosóficas. La Ciencia, por supuesto, era uno de los componentes principales del análisis, junto a la lógica y las matemáticas. Mientras Russell era un creyente del método científico, el conocimiento derivado de la investigación empírica que es verificada a través de pruebas repetidas, creía que la ciencia sólo obtiene respuestas provisionales, y que el progreso científico se construye poco a poco, tratando de encontrar unidades orgánicas considerablemente fútiles.
En efecto, creía lo mismo para la filosofía. Otro fundador de la filosofía moderna de la ciencia, Ernst Mach, le daba menos confianza al método, por sí mismo, pues creía que cualquier método que producía resultados predecibles era satisfactorio y que el rol principal del científico era hacer predicciones exitosas. Mientras que Russell sin dudarlo estaría de acuerdo con esto como un asunto práctico, creía que el objetivo fundamental de la ciencia y la filosofía era comprender la realidad, y no simplemente hacer predicciones.
El hecho que Russell hizo de la ciencia una parte central de su método y filosofía, fue instrumental en hacer de la filosofía de la ciencia una rama completa y separada en la filosofía, y un área en que filósofos subsiguientes se especializaron. Mucho del pensamiento de Russell acerca de la ciencia se expone en su libro de 1914, "Nuestro Conocimiento del Mundo Exterior" (Our Knowledge of the External World as a Field for Scientific Method in Philosophy). Entre las diversas escuelas que fueron influenciadas por Russell estuvieron los positivistas lógicos, particularmente Rudolph Carnap, quien mantenía que la característica distintiva de las proposiciones científicas era su verificabilidad. Esto contrastaba con la teoría de Karl Popper, también muy influenciado por Russell, que creía que su importancia descansaba en el hecho que ellas eran potencialmente falsificables.
Vale hacer notar que fuera de las búsquedas estrictamente filosóficas, Russell siempre se sentía fascinado por la ciencia, particularmente la física, incluso fue el autor de varios libros de ciencia populares, "El ABC de los Átomos" de 1923 (The ABC of Atoms) y "El ABC de la Relatividad (The ABC of Relativity) de 1925.
Religión y teología
La perspectiva ética de Russell y su valor personal para enfrentar controversias, ciertamente fueron formadas por su crianza y educación religiosa, principalmente la dada por su abuela paterna, que lo instruyó con el precepto bíblico "No sigas a la mayoría para obrar mal" (Thou shalt not follow a multitude to do evil) (Éxodo23:2), algo que -según el propio Russell- lo había influenciado de por vida.
Sin embargo, en su vida adulta, Russell pensaba que era muy improbable que existiera un dios, y sostenía que la religión era poco más que superstición.
En su discurso de 1949, "Soy un Ateo o un Agnóstico?" (Am I an Atheist or an Agnostic?), Russell expresaba su dificultad sobre si llamarse a sí mismo un ateo o un agnóstico:
Como filósofo, si estuviera dirigiéndome a una audiencia puramente filosófica, debería decir que tendría la obligación de describirme a mí mismo como un Agnóstico, porque no creo que hay un argumento concluyente por el cual uno demuestre que no hay un Dios. Por otra parte, si voy a expresar la idea correcta al hombre común en la calle, pienso que tendría que decir que soy un Ateo, porque, cuando digo que no puedo probar que no existe un Dios, debería igualmente agregar que no puedo probar que no existen los dioses Homéricos.
Bertrand Russell. Collected Papers, vol. 11, p. 91
Aunque más tarde cuestionaría la existencia de Dios, en sus años de estudiante no graduado, aceptaba completamente el Argumento ontológico:
Recuerdo el momento preciso, un día en 1894, mientras caminaba por Trinity Lane -en la Universidad de Cambridge donde Russell estudiaba-, cuando vi en un centelleo (o pensé que lo vi) que el argumento ontológico es válido. Había salido a comprar una lata de tabaco; a mi regreso, repentinamente la lancé al aire, y exclamé mientras lo comprendía: "¡Cáspita!, ¡el argumento ontológico es sólido!"
Bertrand Russell. Autobiografía de Bertrand Russell, 1967.
Esta cita ha sido utilizada por muchos teólogos a través de los años, tales como Louis Pojman en Filosofía de la Religión, que desea que los lectores crean que incluso un conocido filósofo-ateo defiende este agumento particular para la existencia de Dios.
Russell hizo también un influyente análisis de la Hipótesis Omphalos (Omphalos Hypothesis) enunciada por Philip Henry Gosse -que cualquier argumento sugiriendo que el mundo fue creado ya en movimiento, podría hacerse con una tierra de unos cuantos miles años de edad así como una originada hace cinco minutos atrás:
No hay imposibilidad lógica en la hipótesis que el mundo se creó hace cinco minutos, con una población que "recordaba" un pasado completamente irreal. No hay conexión necesariamente lógica entre eventos de épocas distintas; por lo tanto, nada de lo que sucede ahora o sucederá en el futuro puede refutar la hipótesis que el mundo comenzó hace cinco minutos atrás.
Bertrand Russell. El Análisis de la Mente (The Analysis of Mind), 1921, pp. 159-60; cf.
Filosofía (Philosophy), Norton, 1927, p. 7, donde Russell reconoce la paternidad de Gosse en su argumento anti-evolucionario.
Cuando joven, Russell tuvo una inclinación decididamente religiosa, él mismo, como es evidente en el realismo platónico de su época más temprana. Anhelaba verdades verdaderas, como lo deja claro en su famoso ensayo A Free Man's Worship, ampliamente considerado como una obra maestra en prosa, pero llegó a desagradar al propio Russell. Mientras rechazaba lo sobrenatural, admitía libremente que ansiaba un significado más profundo de la vida.
Las opiniones de Russell sobre religión pueden ser encontradas en su conocido libro, "Por Qué No Soy Cristiano y Otros Ensayos" (Why I Am Not a Christian and Other Essays on Religion and Related Subjects (ISBN 0-671-20323-1). El título fue una charla dada el 6 de marzo de 1927, que un año después fue publicada como panfleto. El libro contiene además otros ensayos en los cuales Russell considera un número de argumentos lógicos para la no existencia de Dios, incluyendo el argumento propósito cosmico, el argumento de ley natural, el argumento teleológico, y argumentos morales. También trata brevemente sobre lateología cristiana en si forma parte de la tesis "Agnostica" en la cual la existencia o no existencia de dios no puede ser probada.
Influencia en la filosofía
Sería difícil ponderar la influencia de Russel sobre la filosofía moderna, especialmente en el mundo angloparlante. Mientras otros también fueron notablemente influyentes, Frege, Moore y Wittgenstein, más que ninguna otra persona Russell hizo del análisis la aproximación dominante hacia la filosofía. Además, él es el fundador, o al menos, el principal promotor de sus mayores ramas y temas, incluyendo varias versiones de la filosofía del lenguaje, análisis lógico formal, y la filosofía de la ciencia. Varios movimientos analíticos del último siglo se los debemos a los primeros trabajos de Russell.
La influencia de Russell sobre cada filófoso es particular, y quizás esto se note más en el caso de Ludwig Wittgenstein, quien fue su alumno entre 1911 y 1914. También hay que observar que Wittgenstein ejerció considerable influencia sobre Russell, especialmente al mostrarle el camino para llegar a concluir, a su pesar, que las verdades matemáticas eran sólo verdades tautológicas. La evidencia de la influencia de Russell sobre Wittgenstein pueder ser vista por todas partes en elTractatus, donde Russell contribuyó en su publicación. Russell también ayudó en garantizar el doctorado de Wittgenstein junto a una posición en la facultad de Cambridge, además de varias becas. Sin embargo, como se menciona previamente, Russell más tarde llegó a disentir con la aproximación lingüística y analítica hacia la filosofía de Wittgenstein, mientras Wittgenstein llegó a pensar de Russell como "superficial", particularmente en sus escritos más populares. La influencia de Russell también es evidente en el trabajo de A. J. Ayer, Carnap, Kurt Gödel, Karl Popper, W. V. Quine, y otros filósofos y lógicos.
Algunos ven la influencia de Russell como negativa, principalmente aquellos que han sido críticos de su énfasis en la ciencia y la lógica, la consiguiente debilitación de la metafísica, y su insistencia en que la ética yace fuera de la filosofía. Los admiradores y detractores de Russell generalmente están más al tanto de sus pronunciamientos sobre asuntos políticos y sociales (llamado "periodismo" por algunos, como Ray Monk), que de su trabajo técnico y filosófico. Entre los no-filósofos, hay una tendencia marcada en fusionar estos temas, y juzgar a Russell el filósofo por lo que él ciertamente consideraría ser sus opiniones no-filosóficas. Russell con frecuencia recalcaba a las personas esta diferencia.
Russell dejó un gran surtido de escritos. Desde la adolescencia, escribió cerca de 3.000 palabras por día, con pocas correcciones; su primer borrador casi siempre era muy cercano a su último borrador, aún en los temas técnicos más complejos. Su trabajo previo no publicado es una inmensa colección de tesoros, del cual los especialistas continúan adquiriendo nuevas visiones del pensamiento de Russell.
Activismo de Bertrand Russell
El activismo social y político ocupó gran parte del tiempo de Russell durante su larga vida, lo que hace más remarcable sus escritos sobre un gran rango de temas técnicos y no técnicos.
Russell permaneció políticamente activo hasta el final, escribiendo y exhortando a los líderes mundiales, además de prestar su nombre a numerosas causas. Algunos afirman que durante sus últimos años él dio a sus jóvenes seguidores demasiada licencia y que ellos utilizaron su nombre para ciertos propósitos absurdos que un Russell más atento no hubiera aprobado. Existe evidencia que muestra que él se dio cuenta de esto cuando despidió a su secretario privado, Ralph Schoenman, entonces un joven revolucionario de la izquierda radical.
Pacifismo, guerra y armas nucleares
Russell nunca fue un total pacifista; en su artículo de 1915 "La Ética de la Guerra (The Ethics of War)", defendió las guerras de colonización sobre tierras de uso útil, cuando una civilización más avanzada podría administrar la tierra dándole un mejor uso. Sin embargo, se opuso casi a todas las guerras entre naciones modernas. Su activismo en contra de la participación británica en la Primera Guerra Mundial le hizo perder su membresía en el Trinity College, Cambridge. Fue sentenciado a prisión por aconsejar a jóvenes sobre cómo evitar el servicio militar. Fue liberado después de seis meses. En 1943 Russell llamó a su postura "pacifismo político relativo" —sostuvo que la guerra era un mal enorme, pero en algunas circunstancias particulares extremas (tales como cuando Adolf Hitleramenazó tomar posesión de Europa) podría ser el menor de múltiples males. En los años cercanos a la Segunda Guerra Mundial, apoyó la política de apaciguamiento; pero en 1940 reconoció que para preservar la democracia, Hitler tendría que ser derrotado. Este mismo compromiso reluctante fue compartido porAlan Alexander Milne, conocido de Russell.
Russell se opuso al uso y posesión de armas nucleares, pero pudo no haber tenido siempre esa opinión. El 20 de noviembre de 1948, durante un discurso público (documento en inglés) en la Escuela de Westminster, conmocionó a algunos observadores con comentarios que parecían sugerir que un ataque nuclear preventivo a la Unión Soviética sería justificado. Russell aparentemente discutía que la amenaza de guerra entre Estados Unidos y la Unión Soviética permitiría a los Estados Unidos forzar a los soviéticos a aceptar el Plan Baruch para el control internacional de energía atómica. A principios de ese año había escrito a Walter W. Marseille en ese mismo tono. Russell sintió que ese plan "había tenido grandes méritos y demostró una generosidad considerable, cuando se tiene presente que Estados Unidos aún tenía un monopolio nuclear intacto" (Has Man a Future?, 1961). Sin embargo, Nicholas Griffin, de la Universidad de McMaster, en su libroThe Selected Letters of Bertrand Russell: The Public Years, 1914-1970 señala (luego de haber conseguido una transcripción del discurso) que los términos de Russell implican que él no defendió el uso de la bomba atómica, sino simplemente su uso diplomático como una fuente poderosa de influencia sobre las acciones de los soviéticos. La interpretación de Griffin fue debatida por Nigel Lawson, anterior Canciller británico, que estuvo presente en el discurso, y quien señala que fue muy claro para la audiencia que Russell estaba apoyando un primer ataque. Cualquiera sea la interpretación correcta, Russell luego se moderó, en vez de discutir por un desarme nuclear por parte de los poderes nucleares, probablemente asociado a alguna forma de gobierno mundial.
En 1962 durante la Crisis de los misiles de Cuba Russell envió telegramas a John F. Kennedy, Nikita Jrushchov, al Secretario General de las Naciones Unidas U Thant y al primer ministro británico Harold Macmillan, quienes pudieron haber ayudado a prevenir el avance del conflicto y una posible guerra nuclear. Jrushchov respondió con una larga carta, publicada por la agencia de noticias soviética ITAR-TASS, la que estaba dirigida principalmente a Kennedy y al mundo occidental.
En 1955 Russell dio a conocer el Manifiesto Russell-Einstein, firmado en conjunto con Albert Einstein y otros nueve líderes científicos e intelectuales, un documento que desembocó en la Conferencia Pugwash en 1957.
En 1958 se convirtió en el primer presidente de la Campaña de Desarme Nuclear (CDN). Renunció dos años más tarde cuando la CDN no apoyó la desobediencia civil, y formó el Comité de los 100. En 1961, ya casi cerca de los noventa años, fue encarcelado por una semana por incitar a la desobediencia civil, en conexión con protestas en el Ministerio de Defensa de Reino Unido y en Hyde Park, Londres.
Muy preocupado sobre el peligro potencial a la humanidad debido a las armas nucleares y otros descubrimientos científicos, también se unió a Einstein,Oppenheimer, Rotblar y otras eminencias en el ámbito científico del momento para establecer la Academia Mundial de Arte y Ciencia constituida en 1960.
Russell realizó un cameo interpretándose a sí mismo en la película india antibélica "Aman" que fue presentada en India en 1967. Esta fue la única aparición de Russel en un film.
La Fundación para la Paz Bertrand Russell comenzó a funcionar en 1963, a fin de llevar adelante el trabajo de Russell por la paz, los derechos humanos y la justicia social. Comenzó su oposición pública hacia la política de Estados Unidos en Vietnam, con una carta al New York Times con fecha 28 de marzo de 1963. En el otoño de 1966 ya había completado el manuscrito "Crímenes de Guerra en Vietnam". Luego, utilizando las justificaciones estadounidenses para los Juicios de Nuremberg, Russell en conjunto con Jean-Paul Sartre organizaron lo que él mismo llamó un Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra, conocido como elTribunal Russell.
Russell de un comienzo fue crítico con la historia oficial en el asesinato de John F. Kennedy. Su escrito "16 Preguntas sobre el asesinato" de 1964 es aún considerado un buen resumen de las aparentes inconsistencias del caso.
Comunismo y socialismo
Russell inicialmente expresó tener mucha esperanza en el "experimento Comunista". Sin embargo, cuando visitó la Unión Soviética y se reunió con Lenin en 1920, encontró al sistema imperante poco impresionante. A su regreso escribió un tratado crítico llamado "La Práctica y Teoría del Bolchevismo" (The Practice and Theory of Bolshevism). Él estaba "infinitamente descontento en esta atmósfera—sofocada por su utilitarismo, su indiferencia hacia el amor y belleza y el vigor del impulso". Para Russell, Lenin era un tipo que se pretendía científico y que presumía de actuar siguiendo las leyes de la historia, pero no veía en él ninguna traza de ciencia. Los seguidores de Lenin eran, para Russell, creyentes, fundamentalistas y fanáticos. Afirmaba ver algo interesante en su fanatismo, pero nada que ver con las leyes de la historia, que para Russell estaban subordinadas a la ciencia como único método de análisis. Creía que Lenin era similar a un fanático religioso, frío y poseído por un "desamor a la libertad".
Políticamente, Russell imaginaba un tipo benévolo de socialismo afirmando su simpatía por el socialismo libertario o anarquismo, similar en algunas formas a, aún poseyendo diferencias importantes, el concepto promovido por la Sociedad Fabiana. De esta fusión de criterios surge en los años 20 su respaldo al socialismo gremial, una forma de socialismo individualista/cooperativo y antiestatal, de mando distribuido y no centralizado.
Russell criticaba fuertemente al régimen de Stalin, y las prácticas de los estados que proclamaban al marxismo y comunismo en general. Siempre fue un entusiasta consistente de la democracia y el gobierno mundial, y abogaba por el establecimiento de un gobierno internacional democrático en algunos de los ensayos reunidos en In Praise of Idleness (1935), y también en Has Man a Future? (1961).
Quien cree como yo, que el intelecto libre es la principal máquina del progreso humano, no puede sino oponerse fundamentalmente al Bolchevismo tanto como a la Iglesia de Roma. Las esperanzas que inspiran al comunismo son, en lo principal, tan admirables como aquellas inculcadas por el Sermón de la Montaña, pero ellas se sostienen fanáticamente y son igual de probables de hacer tanto daño como ellas.
Bertrand Russell - La Práctica y Teoría del Bolchevismo, 1920.
Por mi parte, mientras soy un socialista convencido tanto como el más ardiente marxista, no considero al Socialismo como un evangelio de venganza proletaria, ni siquiera, principalmente, como un medio de asegurar justicia económica. Lo considero principalmente como un ajuste a la máquina de producción requerido por consideraciones de sentido común, y calculadas para incrementar la felicidad, no sólo del proletariado, sino de todos excepto una minoría pequeña de la raza humana.
Bertrand Russell - "The Case for Socialism" (In Praise of Idleness, 1935)
Métodos modernos de producción nos han dado la posibilidad de bienestar y seguridad para todos; hemos escogido, en vez, tener sobrecarga de trabajo para algunos y hambruna para el resto. Hasta ahora hemos continuado ser tan enérgicos como éramos antes que hubieran máquinas; en esto hemos sido estúpidos, pero no hay razón para que sigamos siendo estúpidos por siempre.
Bertrand Russell - In Praise of Idleness, 1935
Llego a la conclusión que, tanto hoy como en tiempos de Locke, el liberalismo empirista (que no es incompatible con el socialismo democrático) es la única filosofía que puede ser adoptada por el hombre que, por una parte, demande alguna evidencia científica a sus convicciones y, por otra parte, desee la felicidad humana por encima de la prevalencia de cualquier partido o credo.
Bertrand Russell - Unpopular Essays - 1950
Sufragio femenino
Cuando era joven, Russell fue miembro del Partido Liberal de Reino Unido y se mostró en favor del libre comercio y el voto femenino. En su panfleto de 1910, "Ansiedades Anti-Sufragio" (Anti-Suffragist Anxieties), Russell escribió que algunos hombres se oponen al sufragio porque "temen que su libertad para actuar de maneras que son ofensivas hacia las mujeres sea reducida". En 1907 se presentó a las elecciones para apoyar esta causa, pero perdió por un alto margen.
Sexualidad
Russell escribió en contra de la nociones victorianas sobre moralidad. En Matrimonio y Moral (1929) expresó su opinión sobre que el sexo entre un hombre y una mujer que no están casados entre sí no es necesariamente inmoral si ellos realmente se aman, y defendió los "matrimonios experimentales" o "matrimonios de compañía", relaciones formalizadas donde jóvenes podían tener de forma legítima relaciones sexuales sin esperar permanecer casados a largo plazo o tener hijos (una idea propuesta por primera vez por el juez y reformador social norteamericano Ben Lindsey). Esto puede no parecer extraño hoy en dia, pero fue suficiente para desencadenar acaloradas protestas y fuertes denuncias en su contra durante su visita a los Estados Unidos poco después de la publicación del libro. Russell también estuvo adelantado a su época al apoyar una educación sexual abierta y un amplio acceso a métodos anticonceptivos. También apoyó el divorcio fácil, pero sólo si el matrimonio no había tenido hijos - la visión de Russell era que los padres deberían permanecer casados pero tolerantes hacia las infidelidades del otro. Esto reflejaba su vida en ese momento - su segunda esposa Dora tenía públicamente un amante, y pronto quedaría embarazada del mismo, pero Russell deseaba que sus hijos John y Kate tuviesen una vida familiar "normal".
Russell participaba activamente dentro de la Sociedad de la Reforma de Ley Homosexual, siendo uno de los signatarios de la carta de Anthony Edward Dyson que hacía un llamamiento por un cambio en la ley que respecta a las prácticas homosexuales.
La vida privada de Russell era aún más libre de lo que revelaban sus escritos públicos, pero eso no era muy conocido en esa época. Por ejemplo, el filósofo Sidney Hook da cuenta que Russell con frecuencia habló de su destreza sexual y de sus numerosas conquistas.
Raza
Así como sus puntos de vista sobre religión, que perfeccionó considerablemente a través de su larga vida, la visión de Russell en el tema de la raza no permaneció inalterable. Por 1951, Russell abogaba por la igualdad racial y el matrimonio interracial. De su autoría en "Antagonismo Racial" ("Racial Antagonism") en New Hopes for a Changing World (1951), se lee lo siguiente:
A veces se estipula que la mezcla racial es indeseable. No existe evidencia alguna para tal opinión. No existe, aparentemente, ninguna razón para pensar que los negros son congénitamente menos inteligentes que los blancos, pero eso será difícil de juzgar hasta que ellos tengan las mismas oportunidades y buenas condiciones sociales.
Bertrand Russell, New Hopes for a Changing World (London: Allen & Unwin, 1951, p. 108)
Pasajes en algunos de sus primeros escritos apoyan el control de la natalidad. En Noviembre 16 de 1922, por ejemplo, dio una conferencia en la Reunión General "Control de la Natalidad y Relaciones Internacionales" de Dr. Marie Stopes perteneciente a la Sociedad por un Control de la Natalidad y Progreso Racial Constructivo, donde describió la importancia de extender el control de natalidad de Occidente por todo el mundo; sus observaciones anticiparon el movimiento por el control de la población de los años 60 y el rol de las Naciones Unidas.
This policy may last some time, but in the end under it we shall have to give way--we are only putting off the evil day; the one real remedy is birth control, that is getting the people of the world to limit themselves to those numbers which they can keep upon their own soil... I do not see how we can hope permanently to be strong enough to keep the coloured races out; sooner or later they are bound to overflow, so the best we can do is to hope that those nations will see the wisdom of Birth Control.... We need a strong international authority.
"Lecture by the Hon. Bertrand Russell" - Birth Control News, vol 1, no. 8 (December 1922), p.2
Otro pasaje de las ediciones más tempranas de su libro Matrimonio y Moral (1929), el cual Russell más tarde aclaró como referencia sólo a la situación resultante del condicionamiento ambiental, el cual había removido de ediciones más tardías, dice lo siguiente:
En casos extremos puede existir poca duda de la superioridad de una raza sobre otra... No existe motivo razonable para considerar a los negros inferiores como término medio respecto a los blancos, aunque para trabajos en los trópicos ellos son indispensables, por lo que su exterminación (dejando de lado los asuntos humanitarios) sería altamente indeseable.
Bertrand Russell, Matrimonio y Moral (Marriage and Morals) (1929)
Russell más tarde criticó los programas de eugenesia por su vulnerabilidad ante la corrupción, y en 1932, condenó la "suposición sín garantía" que "los negros son congénitamente inferiores a los hombres blancos" (Education and the Social Order, Cap. 3).
Respondiendo en 1964 a la pregunta de un corresponsal, "¿aún considera a los negros como una raza inferior, como lo hizo cuando escribió Matrimonio y Moral(Marriage and Morals)?", Russell respondió:
Nunca sostuve que los negros eran intrínsecamente inferiores. La afirmación en Marriage and Morals se refiere al condicionamiento ambiental. La he retirado de ediciones subsiguientes porque claramente es ambigua.
Bertrand Russell, carta fechada el 17 de Marzo de 1964 en Querido Bertrand Russell... una selección de su correspondencia con el público en general, 1950-1968. Editado por Barry Feinberg y Ronald Kasrils. (London: Allen & Unwin, 1969, p. 146
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Bertrand
Russel
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Bertrand Russel
(Trelleck, 1872 - Plas Penrhyn, 1970) Filósofo y matemático británico. Su abuelo, el notable político y orador John Russell, había sido nombrado conde por la reina Victoria I de Inglaterra, y desempeñó los cargos de primer lord del Tesoro y primer ministro. Los padres del joven Bertrand, de mentalidad liberal con ciertos matices radicales, hubieran deseado para su hijo una brillante carrera política. Y así, luego de la formación recibida en el Trinity College de Cambridge, el joven fue enviado en 1888 y para largo tiempo a los Estados Unidos, a fin de que pudiera estudiar allí la vida política y las instituciones del país.
Bertrand Russell
De nuevo en la patria, y en calidad de "fellow" en el Trinity College, se vio alejado de tal institución en 1916 debido a la actitud pacifista intransigente adoptada en el curso de la Primera Guerra Mundial. Ello le valió asimismo cuatro meses de cárcel, durante los cuales redactó su Introducción a la filosofía matemática (Introduction to Mathematical Philosophy, 1919).
Anteriormente, en 1900, había publicado un importante libro acerca de Leibniz, y en 1910 Principia mathematica (en colaboración con el filósofo Alfred North Whitehead), texto que proponía una interpretación "logística" de las matemáticas. Dicha tesis de la reducción absoluta de tal ciencia a lógica había sido también sostenida en Principles of Mathematics, en 1903. La "teoría de los tipos", la de los números como "clases de clases" y la "paradoja de Russell" fueron los resultados más significativos de esta amplia labor de investigación.
En 1920 nuestro autor se hallaba en Rusia. El mismo año llegó hasta Pekín, y en tal ocasión fue considerado muerto por numerosos periódicos europeos; ello se redujo, en la realidad, a una mera pulmonía. Vuelto a Inglaterra, el filósofo publicó, entre 1921 y 1927, algunos libros que difundieron ulteriormente su celebridad: Análisis de la mente (Analysis of Mind, 1921) y Análisis de la materia (Analysis of Matter, 1927). Con su segunda esposa, Dora Black, con la cual contrajo matrimonio en 1921 (en 1894 se había casado con Alys Smith), estableció en Londres, de 1927 a 1932, una escuela infantil inspirada en una pedagogía progresiva y despreocupada.
En 1936 celebró terceras nupcias con Patricia Spence, y en 1938 fue llamado a la Universidad de Chicago en calidad de "visiting professor" de filosofía. El año siguiente enseñó en la California University de Los Ángeles. En 1940 su cargo en el City College de Nueva York dio lugar a una polémica extremadamente áspera, y provocó apasionadas protestas en algunos ambientes: se le reprochaba la exposición en forma singularmente cruda de sus opiniones acerca de la vida sexual.
Además de las investigaciones de carácter lógico-matemático, Bertrand Russell había en efecto cultivado, y con singular fortuna, el estudio de problemas sociales y ético-políticos, y publicado, en consecuencia, textos como Matrimonio y moral (Marriage and Morale, 1929), La conquista de la felicidad (The Conquest of Happiness, 1930) y La educación y el orden social (Education and the Social Order, 1932). En tales obras el autor se revelaba escritor delicado y agudo, a quien el racionalismo y la elegante ironía inducían a soluciones con frecuencia paradójicas, pero siempre muy estimulantes.
En 1950 recibió el premio Nobel de Literatura. En 1952, a los ochenta años, se unía en cuartas nupcias a Edith Finch, y en 1953 publicada la novela Satanás en los suburbios y otras narraciones (Satan in the Suburbs and Other Stories). En 1955 dio a la imprenta el testamento espiritual de Albert Einstein, y se manifestó abiertamente en favor de la prohibición de la guerra atómica y de los conflictos bélicos en general.
El pensamiento de Bertrand Russell
Russell rechazó pronto el idealismo metafísico en que fue educado. Su teoría del conocimiento es realista y quiere conectar, a semejanza de la de su colega George Edward Moore, con las intuiciones del sentido común ordinario. Por un lado, es el heredero de la vetusta tradición del empirismo británico, una corriente filosófica unida siempre al espíritu del liberalismo y de la Ilustración, que pretende reducir todo contenido cognitivo a los datos de la experiencia sensible. Por otro, es el lógico contemporáneo más ambicioso, obsesionado con la idea de un lenguaje simbólico perfecto que elimine toda ambigüedad expresiva. El resultado de todas estas preocupaciones es el llamado atomismo lógico de Russell, una sobria metafísica empirista que se cuenta entre los mejores logros de la filosofía contemporánea.
Bertrand Russell
En sus Principia mathematica (1910-1913), escritos en colaboración con Alfred North Whitehead, propuso la solución de problemas lógicos que venían atormentando a la filosofía y a la matemática de las últimas décadas. Sus trabajos en la "teoría de tipos" y en la "teoría de las descripciones" pueden citarse entre lo más representativo del estilo analítico de filosofar, que parte de la lógica para tratar de esclarecer rompecabezas seculares de la historia del pensamiento.
Russell consideraba misión del intelectual la difusión de una cultura que habitúe a los hombres a la revisión de sus propias ideas y a la tolerancia mutua; la ciencia, en calidad de tal, no basta para la felicidad de los seres humanos, quienes, en la consecución de tal objetivo, deben acudir al arte, al amor y al respeto recíproco. El mismo Russell no fue un ejemplo de convencionalismo ni de adhesión a los valores establecidos.
Buena parte de su obra es de contenido social y moral, en una vena inconformista muy poco apta para mentes esquemáticas. Respecto a la filosofía política, escribió varios estudios, entre ellos Los caminos de la libertad (1924), en el cual expuso las etapas históricas del socialismo, el anarquismo y el sindicalismo y trató temas relacionados con el gobierno, la ciencia y la cultura en el socialismo, además de analizar las ideas de Karl Marx, Mijail Bakunin y otros.
En Vieja y nueva moral sexual (1929) analizó algunas instituciones y valores básicos de la sociedad como el matrimonio, la prostitución, la naturaleza del amor, la educación sexual, el divorcio y otros temas vinculados a la moralidad sexual. En su obra El Poder en los hombres y en los pueblos (1938), examinó la categoría del poder, ampliándola a numerosos atributos sociales, militares, científicos, públicos y económicos; lo más interesante de su análisis es la tesis que figuró décadas después como uno de los elementos claves de la filosofía moderna de que entre tales instituciones y figuras no hay jerarquía alguna, sólo relaciones más o menos dinámicas que se solapan unas a otras según las circunstancias históricas.
En 1945 publicó la amplia Historia de la filosofía occidental, obra impresionante por su erudición, el poder persuasivo a través de relaciones originales entre filósofos y tendencias, y sobre todo por la maestría de la prosa, no exenta de ingenio y sentido del humor, lo que propicia el acercamiento amable de los lectores a este libro monumental por su extensión y propósitos.
Filosofía del lenguaje
Russell no fue el primer filósofo en sugerir que el lenguaje tenía una importante significancia en cómo entendemos el mundo; sin embargo, más que nadie antes que él, Russell hizo del lenguaje, o más específicamente, cómo utilizamos el lenguaje, una parte central de la filosofía. Sin Russell, parece improbable que filósofos tales como Ludwig Wittgenstein, Gilbert Ryle, J. L. Austin y P. F. Strawson, entre otros, se hubieran embarcado por el mismo rumbo, por mucho que lo que ellos hicieron fue amplificar o responder, a veces de modo crítico, a lo que Russell había dicho antes que ellos, usando muchas de las técnicas que él desarrolló originalmente. Russell, en conjunto con Moore, compartía la idea que la claridad de expresión era una virtud, una noción que desde entonces ha sido un punto de referencia para los filósofos, particularmente entre los que tratan con la filosofía del lenguaje.
Quizás la contribución más significativa de Russell a la filosofía del lenguaje es su teoría de las descripciones, presentada en su ensayo On Denoting, publicado por primera vez en 1905 en el journal de filosofía Mind, el cual el matemático y filósofo Frank P. Ramsey describió como "un paradigma de filosofía". La teoría es normalmente ilustrada utilizando la frase "El actual rey de Francia", como en "El actual rey de Francia es calvo". ¿Sobre qué objeto se trata esta proposición, dado que no existe en la actualidad un rey de Francia? (difícilmente el mismo problema surgiría si hubiera dos reyes de Francia en la actualidad: ¿a cuál de ellos se refiere "El" rey de Francia?) Alexius Meinong había sugerido que debemos asumir la existencia de un reino de "entidades no-existentes" que podamos suponer sobre las que nos estamos refiriendo cuando usamos expresiones como ésa; pero esto sería una teoría extraña, por decirlo al menos. Frege, empleando su distinción entre sentido y referencia, sugirió que tales frases, aunque significativas, no eran ni verdaderas ni falsas. Pero algunas de esas proposiciones, tales como "Si el actual rey de Francia es calvo, entonces el actual rey de Francia no tiene cabello en su cabeza", no parece sólo verdadera en su valor sino en efecto obviamente verdadera.
El problema es general a lo que son llamadas las "descripciones definidas". Normalmente esto incluye todos los términos comenzando con "el", y algunas veces incluye nombres, como "Walter Scott" (este punto es bastante controvertido: Russell a veces pensaba que estas últimas no deberían ser llamadas con ningún nombre, sino sólo "descripciones definidas encubiertas"; sin embargo, en trabajos posteriores han sido tratadas completamente como cosas diferentes). ¿Cuál es la "forma lógica" de las descripciones definidas: cómo, en los términos de Ferge, las podríamos parafrasear a modo de mostrar cómo la verdad de ese todo depende de las verdades de las partes? Las descripciones definidas aparecen como nombres que por su propia naturaleza indican exactamente una cosa, ni más ni menos. ¿Qué, entonces, sómos nosotros para decir algo sobre la proposición como un todo si una de sus partes aparentemente no está funcionando correctamente?
La solución de Russell fue, antes que todo, analizar no el término por sí solo, sino la proposición entera que contenía una descripción definida. "El actual rey de Francia es calvo", entonces sugirió, puede ser replanteado como "Existe un x tal que es el actual rey de Francia, nada más que x es el actual rey de Francia, y x es calvo". Russell exigía que cada descripción definida en efecto contenga una afirmación de existencia y una afirmación de unicidad que da esta apariencia, pero éstas pueden ser descompuestas y tratadas separadamente de la afirmación que es el contenido obvio de la proposición. La proposición como un todo entonces dice tres cosas sobre algún objeto: la descripción definida contiene dos de ellas y el resto de la frase contiene la restante. Si el objeto no existe, o si no es único, entonces la frase completa resulta ser falsa, aunque no sin sentido.
Una de las mayores quejas en contra de la teoría de Russell, debida originalmente a Strawson, es que las descripciones definidas no exigen que su objeto exista, ellas sólo presuponen que sí. Strawson también señala que una frase que no indica nada puede ser supuesta a seguir el rol del "valor verdadero invertido" de Widgy y expresa el significado contrario de la frase pensada. Esto puede ser mostrado utilizando el ejemplo de "El actual rey de Francia es calvo". Aplicando la metodología del valor verdadero invertido el significado de esta frase se convierte en "Es verdad que no existe un actual rey de Francia que es calvo" que cambia el significado de 'El actual rey de Francia' de uno principal a uno secundario.
Wittgenstein, estudiante de Russell, logró una considerable prominencia en la filosofía del lenguaje luego de la publicación póstuma de Investigaciones Filosóficas. Según la opinión de Russell, el trabajo más tardío de Wittgenstein no fue dirigido correctamente, y desacreditó su influencia y seguidores (especialmente los miembros de la llamada "escuela de Oxford" de la filosofía del lenguaje ordinario, a quienes los veía como promotores de una especie de misticismo). La creencia de Russell que la tarea de la filosofía no está limitada a examinar el lenguaje común u ordinario es nuevamente aceptada ampliamente en filosofía.
Filosofía de la ciencia
Russell aclamaba con frecuencia que estaba más convencido de su método de hacer filosofía, el método del análisis, más que de sus conclusiones filosóficas. La Ciencia, por supuesto, era uno de los componentes principales del análisis, junto a la lógica y las matemáticas. Mientras Russell era un creyente del método científico, el conocimiento derivado de la investigación empírica que es verificada a través de pruebas repetidas, creía que la ciencia sólo obtiene respuestas provisionales, y que el progreso científico se construye poco a poco, tratando de encontrar unidades orgánicas considerablemente fútiles.
En efecto, creía lo mismo para la filosofía. Otro fundador de la filosofía moderna de la ciencia, Ernst Mach, le daba menos confianza al método, por sí mismo, pues creía que cualquier método que producía resultados predecibles era satisfactorio y que el rol principal del científico era hacer predicciones exitosas. Mientras que Russell sin dudarlo estaría de acuerdo con esto como un asunto práctico, creía que el objetivo fundamental de la ciencia y la filosofía era comprender la realidad, y no simplemente hacer predicciones.
El hecho que Russell hizo de la ciencia una parte central de su método y filosofía, fue instrumental en hacer de la filosofía de la ciencia una rama completa y separada en la filosofía, y un área en que filósofos subsiguientes se especializaron. Mucho del pensamiento de Russell acerca de la ciencia se expone en su libro de 1914, "Nuestro Conocimiento del Mundo Exterior" (Our Knowledge of the External World as a Field for Scientific Method in Philosophy). Entre las diversas escuelas que fueron influenciadas por Russell estuvieron los positivistas lógicos, particularmente Rudolph Carnap, quien mantenía que la característica distintiva de las proposiciones científicas era su verificabilidad. Esto contrastaba con la teoría de Karl Popper, también muy influenciado por Russell, que creía que su importancia descansaba en el hecho que ellas eran potencialmente falsificables.
Vale hacer notar que fuera de las búsquedas estrictamente filosóficas, Russell siempre se sentía fascinado por la ciencia, particularmente la física, incluso fue el autor de varios libros de ciencia populares, "El ABC de los Átomos" de 1923 (The ABC of Atoms) y "El ABC de la Relatividad (The ABC of Relativity) de 1925.
Religión y teología
La perspectiva ética de Russell y su valor personal para enfrentar controversias, ciertamente fueron formadas por su crianza y educación religiosa, principalmente la dada por su abuela paterna, que lo instruyó con el precepto bíblico "No sigas a la mayoría para obrar mal" (Thou shalt not follow a multitude to do evil) (Éxodo23:2), algo que -según el propio Russell- lo había influenciado de por vida.
Sin embargo, en su vida adulta, Russell pensaba que era muy improbable que existiera un dios, y sostenía que la religión era poco más que superstición.
En su discurso de 1949, "Soy un Ateo o un Agnóstico?" (Am I an Atheist or an Agnostic?), Russell expresaba su dificultad sobre si llamarse a sí mismo un ateo o un agnóstico:
Como filósofo, si estuviera dirigiéndome a una audiencia puramente filosófica, debería decir que tendría la obligación de describirme a mí mismo como un Agnóstico, porque no creo que hay un argumento concluyente por el cual uno demuestre que no hay un Dios. Por otra parte, si voy a expresar la idea correcta al hombre común en la calle, pienso que tendría que decir que soy un Ateo, porque, cuando digo que no puedo probar que no existe un Dios, debería igualmente agregar que no puedo probar que no existen los dioses Homéricos.
Bertrand Russell. Collected Papers, vol. 11, p. 91
Aunque más tarde cuestionaría la existencia de Dios, en sus años de estudiante no graduado, aceptaba completamente el Argumento ontológico:
Recuerdo el momento preciso, un día en 1894, mientras caminaba por Trinity Lane -en la Universidad de Cambridge donde Russell estudiaba-, cuando vi en un centelleo (o pensé que lo vi) que el argumento ontológico es válido. Había salido a comprar una lata de tabaco; a mi regreso, repentinamente la lancé al aire, y exclamé mientras lo comprendía: "¡Cáspita!, ¡el argumento ontológico es sólido!"
Bertrand Russell. Autobiografía de Bertrand Russell, 1967.
Esta cita ha sido utilizada por muchos teólogos a través de los años, tales como Louis Pojman en Filosofía de la Religión, que desea que los lectores crean que incluso un conocido filósofo-ateo defiende este agumento particular para la existencia de Dios.
Russell hizo también un influyente análisis de la Hipótesis Omphalos (Omphalos Hypothesis) enunciada por Philip Henry Gosse -que cualquier argumento sugiriendo que el mundo fue creado ya en movimiento, podría hacerse con una tierra de unos cuantos miles años de edad así como una originada hace cinco minutos atrás:
No hay imposibilidad lógica en la hipótesis que el mundo se creó hace cinco minutos, con una población que "recordaba" un pasado completamente irreal. No hay conexión necesariamente lógica entre eventos de épocas distintas; por lo tanto, nada de lo que sucede ahora o sucederá en el futuro puede refutar la hipótesis que el mundo comenzó hace cinco minutos atrás.
Bertrand Russell. El Análisis de la Mente (The Analysis of Mind), 1921, pp. 159-60; cf.
Filosofía (Philosophy), Norton, 1927, p. 7, donde Russell reconoce la paternidad de Gosse en su argumento anti-evolucionario.
Cuando joven, Russell tuvo una inclinación decididamente religiosa, él mismo, como es evidente en el realismo platónico de su época más temprana. Anhelaba verdades verdaderas, como lo deja claro en su famoso ensayo A Free Man's Worship, ampliamente considerado como una obra maestra en prosa, pero llegó a desagradar al propio Russell. Mientras rechazaba lo sobrenatural, admitía libremente que ansiaba un significado más profundo de la vida.
Las opiniones de Russell sobre religión pueden ser encontradas en su conocido libro, "Por Qué No Soy Cristiano y Otros Ensayos" (Why I Am Not a Christian and Other Essays on Religion and Related Subjects (ISBN 0-671-20323-1). El título fue una charla dada el 6 de marzo de 1927, que un año después fue publicada como panfleto. El libro contiene además otros ensayos en los cuales Russell considera un número de argumentos lógicos para la no existencia de Dios, incluyendo el argumento propósito cosmico, el argumento de ley natural, el argumento teleológico, y argumentos morales. También trata brevemente sobre lateología cristiana en si forma parte de la tesis "Agnostica" en la cual la existencia o no existencia de dios no puede ser probada.
Influencia en la filosofía
Sería difícil ponderar la influencia de Russel sobre la filosofía moderna, especialmente en el mundo angloparlante. Mientras otros también fueron notablemente influyentes, Frege, Moore y Wittgenstein, más que ninguna otra persona Russell hizo del análisis la aproximación dominante hacia la filosofía. Además, él es el fundador, o al menos, el principal promotor de sus mayores ramas y temas, incluyendo varias versiones de la filosofía del lenguaje, análisis lógico formal, y la filosofía de la ciencia. Varios movimientos analíticos del último siglo se los debemos a los primeros trabajos de Russell.
La influencia de Russell sobre cada filófoso es particular, y quizás esto se note más en el caso de Ludwig Wittgenstein, quien fue su alumno entre 1911 y 1914. También hay que observar que Wittgenstein ejerció considerable influencia sobre Russell, especialmente al mostrarle el camino para llegar a concluir, a su pesar, que las verdades matemáticas eran sólo verdades tautológicas. La evidencia de la influencia de Russell sobre Wittgenstein pueder ser vista por todas partes en elTractatus, donde Russell contribuyó en su publicación. Russell también ayudó en garantizar el doctorado de Wittgenstein junto a una posición en la facultad de Cambridge, además de varias becas. Sin embargo, como se menciona previamente, Russell más tarde llegó a disentir con la aproximación lingüística y analítica hacia la filosofía de Wittgenstein, mientras Wittgenstein llegó a pensar de Russell como "superficial", particularmente en sus escritos más populares. La influencia de Russell también es evidente en el trabajo de A. J. Ayer, Carnap, Kurt Gödel, Karl Popper, W. V. Quine, y otros filósofos y lógicos.
Algunos ven la influencia de Russell como negativa, principalmente aquellos que han sido críticos de su énfasis en la ciencia y la lógica, la consiguiente debilitación de la metafísica, y su insistencia en que la ética yace fuera de la filosofía. Los admiradores y detractores de Russell generalmente están más al tanto de sus pronunciamientos sobre asuntos políticos y sociales (llamado "periodismo" por algunos, como Ray Monk), que de su trabajo técnico y filosófico. Entre los no-filósofos, hay una tendencia marcada en fusionar estos temas, y juzgar a Russell el filósofo por lo que él ciertamente consideraría ser sus opiniones no-filosóficas. Russell con frecuencia recalcaba a las personas esta diferencia.
Russell dejó un gran surtido de escritos. Desde la adolescencia, escribió cerca de 3.000 palabras por día, con pocas correcciones; su primer borrador casi siempre era muy cercano a su último borrador, aún en los temas técnicos más complejos. Su trabajo previo no publicado es una inmensa colección de tesoros, del cual los especialistas continúan adquiriendo nuevas visiones del pensamiento de Russell.
Activismo de Bertrand Russell
El activismo social y político ocupó gran parte del tiempo de Russell durante su larga vida, lo que hace más remarcable sus escritos sobre un gran rango de temas técnicos y no técnicos.
Russell permaneció políticamente activo hasta el final, escribiendo y exhortando a los líderes mundiales, además de prestar su nombre a numerosas causas. Algunos afirman que durante sus últimos años él dio a sus jóvenes seguidores demasiada licencia y que ellos utilizaron su nombre para ciertos propósitos absurdos que un Russell más atento no hubiera aprobado. Existe evidencia que muestra que él se dio cuenta de esto cuando despidió a su secretario privado, Ralph Schoenman, entonces un joven revolucionario de la izquierda radical.
Pacifismo, guerra y armas nucleares
Russell nunca fue un total pacifista; en su artículo de 1915 "La Ética de la Guerra (The Ethics of War)", defendió las guerras de colonización sobre tierras de uso útil, cuando una civilización más avanzada podría administrar la tierra dándole un mejor uso. Sin embargo, se opuso casi a todas las guerras entre naciones modernas. Su activismo en contra de la participación británica en la Primera Guerra Mundial le hizo perder su membresía en el Trinity College, Cambridge. Fue sentenciado a prisión por aconsejar a jóvenes sobre cómo evitar el servicio militar. Fue liberado después de seis meses. En 1943 Russell llamó a su postura "pacifismo político relativo" —sostuvo que la guerra era un mal enorme, pero en algunas circunstancias particulares extremas (tales como cuando Adolf Hitleramenazó tomar posesión de Europa) podría ser el menor de múltiples males. En los años cercanos a la Segunda Guerra Mundial, apoyó la política de apaciguamiento; pero en 1940 reconoció que para preservar la democracia, Hitler tendría que ser derrotado. Este mismo compromiso reluctante fue compartido porAlan Alexander Milne, conocido de Russell.
Russell se opuso al uso y posesión de armas nucleares, pero pudo no haber tenido siempre esa opinión. El 20 de noviembre de 1948, durante un discurso público (documento en inglés) en la Escuela de Westminster, conmocionó a algunos observadores con comentarios que parecían sugerir que un ataque nuclear preventivo a la Unión Soviética sería justificado. Russell aparentemente discutía que la amenaza de guerra entre Estados Unidos y la Unión Soviética permitiría a los Estados Unidos forzar a los soviéticos a aceptar el Plan Baruch para el control internacional de energía atómica. A principios de ese año había escrito a Walter W. Marseille en ese mismo tono. Russell sintió que ese plan "había tenido grandes méritos y demostró una generosidad considerable, cuando se tiene presente que Estados Unidos aún tenía un monopolio nuclear intacto" (Has Man a Future?, 1961). Sin embargo, Nicholas Griffin, de la Universidad de McMaster, en su libroThe Selected Letters of Bertrand Russell: The Public Years, 1914-1970 señala (luego de haber conseguido una transcripción del discurso) que los términos de Russell implican que él no defendió el uso de la bomba atómica, sino simplemente su uso diplomático como una fuente poderosa de influencia sobre las acciones de los soviéticos. La interpretación de Griffin fue debatida por Nigel Lawson, anterior Canciller británico, que estuvo presente en el discurso, y quien señala que fue muy claro para la audiencia que Russell estaba apoyando un primer ataque. Cualquiera sea la interpretación correcta, Russell luego se moderó, en vez de discutir por un desarme nuclear por parte de los poderes nucleares, probablemente asociado a alguna forma de gobierno mundial.
En 1962 durante la Crisis de los misiles de Cuba Russell envió telegramas a John F. Kennedy, Nikita Jrushchov, al Secretario General de las Naciones Unidas U Thant y al primer ministro británico Harold Macmillan, quienes pudieron haber ayudado a prevenir el avance del conflicto y una posible guerra nuclear. Jrushchov respondió con una larga carta, publicada por la agencia de noticias soviética ITAR-TASS, la que estaba dirigida principalmente a Kennedy y al mundo occidental.
En 1955 Russell dio a conocer el Manifiesto Russell-Einstein, firmado en conjunto con Albert Einstein y otros nueve líderes científicos e intelectuales, un documento que desembocó en la Conferencia Pugwash en 1957.
En 1958 se convirtió en el primer presidente de la Campaña de Desarme Nuclear (CDN). Renunció dos años más tarde cuando la CDN no apoyó la desobediencia civil, y formó el Comité de los 100. En 1961, ya casi cerca de los noventa años, fue encarcelado por una semana por incitar a la desobediencia civil, en conexión con protestas en el Ministerio de Defensa de Reino Unido y en Hyde Park, Londres.
Muy preocupado sobre el peligro potencial a la humanidad debido a las armas nucleares y otros descubrimientos científicos, también se unió a Einstein,Oppenheimer, Rotblar y otras eminencias en el ámbito científico del momento para establecer la Academia Mundial de Arte y Ciencia constituida en 1960.
Russell realizó un cameo interpretándose a sí mismo en la película india antibélica "Aman" que fue presentada en India en 1967. Esta fue la única aparición de Russel en un film.
La Fundación para la Paz Bertrand Russell comenzó a funcionar en 1963, a fin de llevar adelante el trabajo de Russell por la paz, los derechos humanos y la justicia social. Comenzó su oposición pública hacia la política de Estados Unidos en Vietnam, con una carta al New York Times con fecha 28 de marzo de 1963. En el otoño de 1966 ya había completado el manuscrito "Crímenes de Guerra en Vietnam". Luego, utilizando las justificaciones estadounidenses para los Juicios de Nuremberg, Russell en conjunto con Jean-Paul Sartre organizaron lo que él mismo llamó un Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra, conocido como elTribunal Russell.
Russell de un comienzo fue crítico con la historia oficial en el asesinato de John F. Kennedy. Su escrito "16 Preguntas sobre el asesinato" de 1964 es aún considerado un buen resumen de las aparentes inconsistencias del caso.
Comunismo y socialismo
Russell inicialmente expresó tener mucha esperanza en el "experimento Comunista". Sin embargo, cuando visitó la Unión Soviética y se reunió con Lenin en 1920, encontró al sistema imperante poco impresionante. A su regreso escribió un tratado crítico llamado "La Práctica y Teoría del Bolchevismo" (The Practice and Theory of Bolshevism). Él estaba "infinitamente descontento en esta atmósfera—sofocada por su utilitarismo, su indiferencia hacia el amor y belleza y el vigor del impulso". Para Russell, Lenin era un tipo que se pretendía científico y que presumía de actuar siguiendo las leyes de la historia, pero no veía en él ninguna traza de ciencia. Los seguidores de Lenin eran, para Russell, creyentes, fundamentalistas y fanáticos. Afirmaba ver algo interesante en su fanatismo, pero nada que ver con las leyes de la historia, que para Russell estaban subordinadas a la ciencia como único método de análisis. Creía que Lenin era similar a un fanático religioso, frío y poseído por un "desamor a la libertad".
Políticamente, Russell imaginaba un tipo benévolo de socialismo afirmando su simpatía por el socialismo libertario o anarquismo, similar en algunas formas a, aún poseyendo diferencias importantes, el concepto promovido por la Sociedad Fabiana. De esta fusión de criterios surge en los años 20 su respaldo al socialismo gremial, una forma de socialismo individualista/cooperativo y antiestatal, de mando distribuido y no centralizado.
Russell criticaba fuertemente al régimen de Stalin, y las prácticas de los estados que proclamaban al marxismo y comunismo en general. Siempre fue un entusiasta consistente de la democracia y el gobierno mundial, y abogaba por el establecimiento de un gobierno internacional democrático en algunos de los ensayos reunidos en In Praise of Idleness (1935), y también en Has Man a Future? (1961).
Quien cree como yo, que el intelecto libre es la principal máquina del progreso humano, no puede sino oponerse fundamentalmente al Bolchevismo tanto como a la Iglesia de Roma. Las esperanzas que inspiran al comunismo son, en lo principal, tan admirables como aquellas inculcadas por el Sermón de la Montaña, pero ellas se sostienen fanáticamente y son igual de probables de hacer tanto daño como ellas.
Bertrand Russell - La Práctica y Teoría del Bolchevismo, 1920.
Por mi parte, mientras soy un socialista convencido tanto como el más ardiente marxista, no considero al Socialismo como un evangelio de venganza proletaria, ni siquiera, principalmente, como un medio de asegurar justicia económica. Lo considero principalmente como un ajuste a la máquina de producción requerido por consideraciones de sentido común, y calculadas para incrementar la felicidad, no sólo del proletariado, sino de todos excepto una minoría pequeña de la raza humana.
Bertrand Russell - "The Case for Socialism" (In Praise of Idleness, 1935)
Métodos modernos de producción nos han dado la posibilidad de bienestar y seguridad para todos; hemos escogido, en vez, tener sobrecarga de trabajo para algunos y hambruna para el resto. Hasta ahora hemos continuado ser tan enérgicos como éramos antes que hubieran máquinas; en esto hemos sido estúpidos, pero no hay razón para que sigamos siendo estúpidos por siempre.
Bertrand Russell - In Praise of Idleness, 1935
Llego a la conclusión que, tanto hoy como en tiempos de Locke, el liberalismo empirista (que no es incompatible con el socialismo democrático) es la única filosofía que puede ser adoptada por el hombre que, por una parte, demande alguna evidencia científica a sus convicciones y, por otra parte, desee la felicidad humana por encima de la prevalencia de cualquier partido o credo.
Bertrand Russell - Unpopular Essays - 1950
Sufragio femenino
Cuando era joven, Russell fue miembro del Partido Liberal de Reino Unido y se mostró en favor del libre comercio y el voto femenino. En su panfleto de 1910, "Ansiedades Anti-Sufragio" (Anti-Suffragist Anxieties), Russell escribió que algunos hombres se oponen al sufragio porque "temen que su libertad para actuar de maneras que son ofensivas hacia las mujeres sea reducida". En 1907 se presentó a las elecciones para apoyar esta causa, pero perdió por un alto margen.
Sexualidad
Russell escribió en contra de la nociones victorianas sobre moralidad. En Matrimonio y Moral (1929) expresó su opinión sobre que el sexo entre un hombre y una mujer que no están casados entre sí no es necesariamente inmoral si ellos realmente se aman, y defendió los "matrimonios experimentales" o "matrimonios de compañía", relaciones formalizadas donde jóvenes podían tener de forma legítima relaciones sexuales sin esperar permanecer casados a largo plazo o tener hijos (una idea propuesta por primera vez por el juez y reformador social norteamericano Ben Lindsey). Esto puede no parecer extraño hoy en dia, pero fue suficiente para desencadenar acaloradas protestas y fuertes denuncias en su contra durante su visita a los Estados Unidos poco después de la publicación del libro. Russell también estuvo adelantado a su época al apoyar una educación sexual abierta y un amplio acceso a métodos anticonceptivos. También apoyó el divorcio fácil, pero sólo si el matrimonio no había tenido hijos - la visión de Russell era que los padres deberían permanecer casados pero tolerantes hacia las infidelidades del otro. Esto reflejaba su vida en ese momento - su segunda esposa Dora tenía públicamente un amante, y pronto quedaría embarazada del mismo, pero Russell deseaba que sus hijos John y Kate tuviesen una vida familiar "normal".
Russell participaba activamente dentro de la Sociedad de la Reforma de Ley Homosexual, siendo uno de los signatarios de la carta de Anthony Edward Dyson que hacía un llamamiento por un cambio en la ley que respecta a las prácticas homosexuales.
La vida privada de Russell era aún más libre de lo que revelaban sus escritos públicos, pero eso no era muy conocido en esa época. Por ejemplo, el filósofo Sidney Hook da cuenta que Russell con frecuencia habló de su destreza sexual y de sus numerosas conquistas.
Raza
Así como sus puntos de vista sobre religión, que perfeccionó considerablemente a través de su larga vida, la visión de Russell en el tema de la raza no permaneció inalterable. Por 1951, Russell abogaba por la igualdad racial y el matrimonio interracial. De su autoría en "Antagonismo Racial" ("Racial Antagonism") en New Hopes for a Changing World (1951), se lee lo siguiente:
A veces se estipula que la mezcla racial es indeseable. No existe evidencia alguna para tal opinión. No existe, aparentemente, ninguna razón para pensar que los negros son congénitamente menos inteligentes que los blancos, pero eso será difícil de juzgar hasta que ellos tengan las mismas oportunidades y buenas condiciones sociales.
Bertrand Russell, New Hopes for a Changing World (London: Allen & Unwin, 1951, p. 108)
Pasajes en algunos de sus primeros escritos apoyan el control de la natalidad. En Noviembre 16 de 1922, por ejemplo, dio una conferencia en la Reunión General "Control de la Natalidad y Relaciones Internacionales" de Dr. Marie Stopes perteneciente a la Sociedad por un Control de la Natalidad y Progreso Racial Constructivo, donde describió la importancia de extender el control de natalidad de Occidente por todo el mundo; sus observaciones anticiparon el movimiento por el control de la población de los años 60 y el rol de las Naciones Unidas.
This policy may last some time, but in the end under it we shall have to give way--we are only putting off the evil day; the one real remedy is birth control, that is getting the people of the world to limit themselves to those numbers which they can keep upon their own soil... I do not see how we can hope permanently to be strong enough to keep the coloured races out; sooner or later they are bound to overflow, so the best we can do is to hope that those nations will see the wisdom of Birth Control.... We need a strong international authority.
"Lecture by the Hon. Bertrand Russell" - Birth Control News, vol 1, no. 8 (December 1922), p.2
Otro pasaje de las ediciones más tempranas de su libro Matrimonio y Moral (1929), el cual Russell más tarde aclaró como referencia sólo a la situación resultante del condicionamiento ambiental, el cual había removido de ediciones más tardías, dice lo siguiente:
En casos extremos puede existir poca duda de la superioridad de una raza sobre otra... No existe motivo razonable para considerar a los negros inferiores como término medio respecto a los blancos, aunque para trabajos en los trópicos ellos son indispensables, por lo que su exterminación (dejando de lado los asuntos humanitarios) sería altamente indeseable.
Bertrand Russell, Matrimonio y Moral (Marriage and Morals) (1929)
Russell más tarde criticó los programas de eugenesia por su vulnerabilidad ante la corrupción, y en 1932, condenó la "suposición sín garantía" que "los negros son congénitamente inferiores a los hombres blancos" (Education and the Social Order, Cap. 3).
Respondiendo en 1964 a la pregunta de un corresponsal, "¿aún considera a los negros como una raza inferior, como lo hizo cuando escribió Matrimonio y Moral(Marriage and Morals)?", Russell respondió:
Nunca sostuve que los negros eran intrínsecamente inferiores. La afirmación en Marriage and Morals se refiere al condicionamiento ambiental. La he retirado de ediciones subsiguientes porque claramente es ambigua.
Bertrand Russell, carta fechada el 17 de Marzo de 1964 en Querido Bertrand Russell... una selección de su correspondencia con el público en general, 1950-1968. Editado por Barry Feinberg y Ronald Kasrils. (London: Allen & Unwin, 1969, p. 146
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